domingo, 29 de enero de 2012

La historia del perfume

La historia del perfume está llena de leyendas poéticas y sortilegios mágicos. Los perfumes nacieron como ofrendas a los Dioses y los primeros perfumistas fueron naturalmente los sacerdotes.
Los griegos les descubrieron valores medicinales, y para los romanos formaba parte de la cultura diaria con rituales tan exigentes como el de la comida.
La fiesta de la epifanía o de los reyes magos del 6 de Enero, recuerda que de los presentes que recibió el Divino Niño en el portal de Belén, dos eran perfumes: el incienso y la mirra. Todo ello permite citar al perfume como una de las creaciones más singulares de la humanidad. Verdadera música que se respira.

Al perfume que, como a las personas que nos gustan, les pedimos que tengan vigor, volumen, consistencia, carácter, estilo y fuerza. Y que además deje una estela que emocione a quién lo percibe.
El perfume es la creación más mística de las generadas por la industria de la belleza: el solo recuerdo del perfume de las personas amadas provoca las emociones mas profundas.
Es una auténtica obra de arte. El perfume es una composición de diferentes esencias, combinadas de tal modo, que se perciben como una unidad dotada de personalidad propia.

Empezamos por identificar el olor a jazmín o rosa, tabaco o musgo, luego captamos la personalidad de las diferentes fragancias, hasta que finalmente somos capaces de apreciar la especial belleza del perfume en todo su conjunto.
Pues el perfume responde a una determinada sensibilidad y preferimos una cierta fragancia por la misma razón que nos gusta más el dulce de melón que el de guayaba.